La competitividad del mundo
empresarial actual obliga a las empresas a mejorar continuamente su desempeño.
Es necesario un proceso de mejor continua que las acerque a sus metas y
objetivos. En esta mejora permanente, las empresas han de responder a tres preguntas esenciale
- ¿Qué resultados estamos teniendo?
- ¿Por qué estamos teniendo estos resultados?
- Con estos resultados, ¿Qué deberíamos hacer ahora?
Para tratar de forma conjunta a
estas preguntas y proveer una solución global nace el Performance Management
(Gestión del Desempeño) como un término paraguas que describe las metodologías,
métricas, procesos y sistemas necesarios para monitorizar y gestionar el
rendimiento de una empresa. Las empresas
han ser conscientes de que tienen un activo mucho más importante que el que
aparece en sus balances: sus propios datos. En este sentido, el CPM va más allá del
Business Intelligence ya que mientras este último se basa esencialmente en
tecnología (OLAP, dashboards…) el
primero va más allá, tratando de obtener respuestas de forma global. De nada
sirve saber qué ha ocurrido sin conocer el porqué o conocerlo pero no tener el análisis
suficiente como para poder tomar decisiones estratégicas. No basta con informes
(cuadros de mando, reporting, benchmarking) tras cada cierre de periodos. Las
operaciones de las empresas necesitan respuestas a las preguntas anteriormente
planteadas y ahí aparece el CPM como un ciclo continuo que transcurre por todas
las fases de las operaciones desde su concepción al análisis de su resultado
final. En realidad, resulta mucho más práctico entender el Business Intelligence
y el Corporate Perfonance Management como un todo en una especie de Organización
Inteligente que continuamente monitoriza y analiza sus datos, aprende de
ellos e implementa las conclusiones obtenidas
Dadas las enormes implicaciones
en la mejora del rendimiento de una empresa que tiene la adecuada gestión del
CPM, se puede afirmar que esta es la actividad más crítica que tiene cualquier
ejecutivo al frente de sus responsabilidades
De forma sintética, podemos
destacar algunos de los aspectos principales del CPM:
No obstante estas técnicas (que se pueden desglosar mucho: KPI, dashboards/scorecards, rolling forecasting, etc.), el
abanico de herramientas del BI+CPM es considerablemente más amplio, pudiendo destacar como las principales:
- Alineación de la Cultura y la Plantilla: se trata de crear los elementos necesarios para asegurar un alto desempeño de las personas que componen la organización, orientados hacia la meta de la empresa
- Gestión de riesgos: yendo mucho más lejos de los riesgos financieros o los ligados a pérdidas de activos. Se identifican aquellas palancas claves para el futuro desempeño adecuado de la empresa (que los directivos tengan las competencias adecuadas, por ejemplo) y se gestiona hacia ellas
- Value-Drivers Mapping: que podemos definir como el mapa de los inductores que crean valor para los stakeholders
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