miércoles, 31 de agosto de 2016

Verifiquemos nuestros indicadores

Cuando llega el momento de determinar las métricas que incluiremos en nuestros diferentes cuadros de mando o reportings, suele suceder algo parecido al bloqueo del folio en blanco, ¿qué medimos? Si nos encontramos ante este punto, probablemente sea debido a que no se ha seguido la metodología explicada en otros posts: primero describimos los procesos de negocio de la compañía, posteriormente tomamos en consideración los objetivos de la compañía (y vigilamos que estén alineados con los procesos) y, de forma natural, surgirán los indicadores que mejor contribuyan a alcanzar esos objetivos siguiendo los procesos de la empresa.

No obstante, tanto si seguimos el camino indicado, como si entramos a escribir directamente los kpis, conviene que verifiquemos si los mismos tienen lógica para nuestro caso. Para ello, podemos hacernos las siguientes preguntas:


  • ¿Los indicadores son específicos de nuestra empresa o los hemos copiado? Si es el segundo caso (y aunque se trate de estándares de mercado) es bueno que reflexionemos si tiene sentido en nuestro caso (con nuestras políticas, nuestra misión..)
  • ¿Sabemos como debe comportarse e indicador para que evolucione favorablemente? A veces contamos con indicadores complejos o poco intuitivos en los que no sabemos si es positivo que crezca o se reduzca. Las horas de formación empleadas, por ejemplo. Pueden querer decir que la empresa está realizando un esfuerzo por tener perfectamente reciclado a su personal y eso se traducirá en mejores resultados o, por contra, puede significar un problema en la captación de personal, contratando a empleados no cualificado que exige invertir recursos en su formación que podían ser ahorrados con mejores políticas de recursos humanos
  • ¿Podemos asociar cada indicador a un objetivo? ¿Y tienen todos los objetivos al menos un indicador que lo explique? Todos las empresas tienen objetivos. Y los objetivos se logran cumpliendo los kpis por lo que si tenemos uno que no se relaciona con ningún objetivo, es irrelevante en el devenir de la empresa. Y si tenemos un objetivo sin kpi, no podremos saber si nuestro desempeño nos está acercando o alejando de él hasta que no sea demasiado tarde
  • ¿Podemos asociar cada indicador a un responsable? Alcanzar un kpi es mérito de alguien y no alcanzarlo, culpa de alguien. Si no tiene responsable, podemos eliminarlo ya que de no cumplirse, nadie podrá hacer nada por solucionarlo
  • ¿La fuente de datos de donde obtenemos el indicador es fiable? ¿Se ha chequeado que el dato es fiable, que no contiene errores materiales? Si presenta errores, en el mejor de los casos las personas que lo sigan desconfiarán de él y lo ignorarán, en el peor, puede llevar a tomar decisiones equivocadas y que nos alejen del objetivo
  • ¿Todo el personal relacionado con el indicador conoce su significado? ¿Y su forma de cálculo? ¿Y sus objetivos? Es básico que todo el personal que maneja el indicador esté perfectamente familiarizado con él
  • ¿El indicador -y su valor objetivo- se contradice con otro? A veces, incluimos kpis que se anulan unos a otros. En ese caso, es seguro que alguno de ellos no está alineado con los objetivos de la empresa por lo que tendremos que identificar cuál de ellos es y eliminarlo de nuestro cuadro de mando
Repasando estas preguntas, podremos tener la certeza de que los indicadores del cuadro de mando son correctos.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Empezando con un Cuadro de Mando (y2)



En la primera parte de este post indicamos las razones por las que una empresa llega a darse cuenta de que necesita un Cuadro de Mando y esbozamos las fases en las que un proyecto de este tipo se debe abordar


Detallamos en esta entrada dichas fases



Análisis de Procesos y Objetivos 


Para poder medir primero tenemos que saber qué medir. Pero, ¿en qué consiste saber “qué” tenemos que medir? Debemos entender la empresa, cuál es su propuesta de valor al mercado y como se configura para entregarla (esto es, cuáles son sus procesos internos). También debemos conocer qué objetivos se quiere alcanzar, lo que debería venir derivado de la propuesta de valor. 

Aspectos clave


  • Estudio de los procesos y subprocesos básicos de negocio

  • Objetivos estratégicos: definición, medición, disponibilidad

  • Coherencia de los objetivos con los procesos (aspecto importante que a veces se pasa por alto y que es básico: si los procesos no están alineados con los objetivos, cualquier intento de monitorizarlos será inútil)

  • Realizar un inventario de procesos con objetivos asociados

KPIs a monitorizar y diseño


Una vez conocido QUÉ es lo que queremos medir, podemos abordar el CÓMO lo vamos a hacer, en una doble vía. Por un lado identificaremos que KPI  son los más adecuados para monitorizar a la empresa y, por otro, como los dibujaremos en nuestro Cuadro de Mando


  • Selección de los KPIs que mejor midan cada proceso-objetivo. Se trata de identificar todos aquellos KPIs que pueden ayudarnos para, posteriormente, seleccionar sólo unos pocos (los que mejor y con mayor anticipación expliquen el objetivo, normalmente 2 ó 3 por cada uno de ellos). Por cada indicador tendremos que

o   Definirlo de forma clara y breve

o   Indicar su fórmula de cálculo. Este punto y el anterior tienen el ánimo de que toda la organización entienda lo mismo al hablar de un indicador y no existan diferentes interpretaciones del mismo

o   Periodicidad con la que se quiere extraer (¿diario? ¿puede ser semanalmente o basta con que se haga una vez al mes?)

o   Responsable de su cumplimiento. Si no se alcanza el indicador, será a quien haya que pedir responsabilidades. Si se alcanza, será quien reciba las felicitaciones

o   Dimensiones por las que se analizará: por mercado, por tipo de producto… Algo muy variable en función de cada empresa

o   Fuentes de información de las que obtenemos los datos para su cálculo

  • Una vez definidos los KPI, se decide el diseño que tendrá el CdM, constituyendo este uno de los aspectos críticos del Proyecto: con un mal diseño no hay Cuadro de Mando

o   Debemos elegir cómo representar cada KPI (¿es un gráfico? De ser así, ¿de qué tipo? ¿o mejor un indicador?) y que alertas operan (¿cuándo se debe mostrar en “rojo”?)

o   Modo de análisis: como relacionar información para facilitar conclusiones. Íntimamente relacionado con el punto anterior, la forma en la que “pintemos” cada indicador, así como sus distribución en pantalla facilitará la “lectura en automático”  y que nuestros celebro pueda establecer conexiones y patrones de “causa-efecto” a partir de la información mostrada

o   Identificación del destinatario: diferentes destinatarios pueden requerir representaciones distintas. No es lo mismo un CdM para el área de operaciones para el CEO de la compañía. El diseño del CdM debe adaptarse al usuario y no al revés




Análisis del Modelo de Datos y Construcción
Una vez que tenemos claro QUÉ queremos medir y CÓMO lo vamos a hacer, debemos enfrentarnos con los sistemas de información de la empresa para poder bucear en ellos en busca de los datos que precisamos

  • Sobre las fuentes de información

o   El primer paso será identificar las fuentes de información e inventariarlas, indicando que almacena cada una de ella (datos de clientes, contables, de producción, de registro de llamadas…) Las fuentes puede ser diversas, desde ofimáticas (Excel / Access) a bases de datos SQL o arquitecturas tipo MongoDB

o   Estructura de los Datos en cada una de las bases de datos, cómo se almacenan. Por ejemplo, en una fecha, ¿se registra a fecha en un campo y la hora en otro o se hace de forma conjunta? ¿la fecha es local, CET…)

o   Procesos de ETL (extract, transform and load, extracción, transformación y carga). Como sabemos que datos queremos, dónde están y cómo se almacenan, lo que tenemos que hacer ahora es diseñar los procedimientos que van a buscar cada dato a allí donde reside, lo adapta (por ejemplo, normalizando todas las horas a CET)

o   Consolidación en repositorio, que no es más que llevar los datos extraídos y transformados a algún sitio donde se almacenen y puedan ser consultados por nuestro Cuadro de Mando. A veces será un verdadero data Wharehouse, a veces unos ficheros Excel… será el tamaño de la empresa y del proyecto el que lo determine

  • A continuación, abordamos una de las últimas y más vistosas fases (y que en muchas ocasiones se acomete en primer lugar, lo que supone un error que implica pérdida de recursos, de tiempo y a veces de credibilidad en el propio proyecto que termina por provocar su abandono) y que es la Construcción de Pantallas. En la herramienta de BI que hayamos elegido, crearemos los gráficos, indicadores, selectores y filtros que previamente hemos diseñado en un papel
  •  Programamos posteriormente las recargas periódicas que la lógica de la información nos indique (en la monitorización de un call center será cada pocos segundos, en procesos de venta compleja, quizá quincenal o mensual)


  • Procederemos a realizar pruebas que garanticen que la información es correcta y no sesgada y realizaremos la formación oportuna

Llegados aquí, solo nos resta publicar nuestro Cuadro de Mando (¡y estar preparados para mantenerlo!)

domingo, 29 de noviembre de 2015

Empezando con un Cuadro de Mando (1)

Recientemente tuve la oportunidad de visitar una start up realmente inspiradora. Se está posicionando en un nicho de negocio, equipo joven y dinámico, con un espíritu fresco, permeable a cualquier buena idea, viniese de donde viniese. Estaban teniendo bastante éxito, con crecimiento acelerado y... con tres características quizá lógicas pero preocupantes

  1. Empresa de reciente creación, más preocupada de mantener el fuerte crecimiento que de digerirlo
  2. Sistemas no integrados entre sí (CRM, ACD, ERP...)
  3. Ausencia de capa de BI que aglutine la información de la empresa (datos no es igual a información)
La principal consecuencia de esta situación es una importante carencia en la información de gestión que se tiene, ya que es ddesestructurada, de obtención muchas veces manual, sujeta a errores y/o incorrecciones, a destiempo y costosa. 

Ante eso es patente la necesidad más urgente que les trasladé: la ordenación de la Inteligencia de Negocio en dos vías
  • Definición de Cuadros de Mando asociados a las operaciones (en su caso atención al cliente e impagos), que deberán ir siendo posteriormente complementados con los relativos a finanzas, calidad, etc hasta tener una visión completa
  • Establecimiento de la infraestructura y procesos para la elaboración de dichos cuadros de mando
Ya hemos hablado anteriormente en este blog de porqué necesitamos un Cuadro de Mando, pero de forma rápida diremos que debe permitir a los gestores dar respuesta a tres preguntas
  1. ¿Qué está pasando?
  2. ¿Por qué está pasando?
  3. ¿Cómo podemos mejorar los resultados?
El Cuadro de Mando ha de ser
  • Sencillo y claro. Suministra información relevante, fiable, rentable y sintética
  • Un documento periódico que abaliza variables de gestión al nivel correspondiente
  • Debe tener un concepto piramidal de la información:
    • Niveles altos: más áreas y mayor síntesis
    • Niveles más operativos: menos áreas y mayor detalle
  • La presentación ha de ser normalizada
  • Un buen Cuadro de Mando es bidireccional: compara resultados con objetivos
Una vez expuesto todo esto, los gestores de la empresa me preguntaron (¡lógico!) y esto ¿es muy complicado de montar?. En realidad no demasiado, basta tener un método claro y afrontar las fases con lógica


 Gráficamente, el trabajo a realizar es el siguiente:



Vemos que hay cuatro grandes fases

  1. Análisis del negocio: procesos del mismo y objetivos corporativos a alcanzar
  2. Análisis y tratamiento de los sistemas: dónde y cómo está almacena la información y forma de acceder a ella
  3. Diseño del Cuadro de Mando: cuales son los kpis debemos monitorizar (partiendo del análisis de negocio y la disponibilidad de datos) y como los representaremos
  4. Construcción del Cuadro de Mando
El detalle específico de cada una de estas fases lo veremos la siguiente entrada del blog






miércoles, 10 de diciembre de 2014

Resaltar datos en gráficos

Siempre me ha sorprendido la enorme variedad de gráficos que tiene Excel (la mayoría de poco valor o incluso contraproducentes)  y las poca ayuda que da para pintar gráficos que ayuden a una comprensión clara y rápida de lo que queremos transmitir. Estoy seguro de que lo ingenieros de Microsoft tienen alguna poderosa razón para ello (y que sólo ellos conocen) pero la realidad es que en muchos casos nos quedará más remedio que tirar de ingenio para mejorar las posibilidades de visualización que de serie nos ofrece esta, por otra parte, estupenda herramienta

Veremos algunos consejos para que nuestros gráficos sean más legibles


Gráficos de Barras


La representación que Excel nos da por defecto de un gráfico de barras es un tanto pobre:




En una entrada anterior ya hablábamos de como usar este tipo de gráficos, ahora nos centraremos sólo en un punto: como mejorar su legibilidad. Para ello bastará con formatear, en distinto color aquellas series que queramos destacar; por ejemplo, la mayor y la menor



De este modo percibiremos de forma mucho más rápida e mensaje que nos quiere transmitir. También podríamos no formatear la serie sino la etiqueta de valores (en mi caso, prefiero esta opción) quedando como sigue:

Deberemos hacer dinámico nuestro formato, para asegurarnos que cambia cuando varíen los datos:



Ejes confusos

En ocasiones, nuestros datos alternan valores positivos y negativos lo que hace que los ejes no se lean:




Interpretar un gráfico así es complicado. Lo primero que debemos hacer es situar el rótulo del eje bien por encima, bien por debajo de las series, para que no se "apelotonen":


En segundo lugar, deberemos ordenar las series, para que su interpretación sea más rápida y sencilla, borrar los ejes e incluir los valores dentro de las barras:


Por último, si así lo queremos, podríamos pintar de diferente color los positivos y negativos


Líneas con multitud de valores

¿Quién no se ha encontrado alguna vez con un gráfico tan poco útil como este?


La disparidad de series entrecruzadas asegura que no podamos extraer ninguna conclusión sino es con algún esfuerzo. Con datos como estos debemos preguntarnos qué es lo que queremos analizar en realidad. Normalmente lo que buscaremos será verificar como evoluciona cada una de las series en relación a las demás (dentro del máximo y mínimo que configuran) y comparando con algún criterio en concreto: la media, otra serie.... Para nuestro ejemplo usaremos la media y la mediana

La representación quedará:


Marcamos el máximo el mínimo y destacamos la serie que queremos analizar (en este caso, la empresa K). Además, pintamos la media y la mediana (podría haber sido otra empresa). El hacerlo dinámico nos permitirá ir seleccionando cada una de las empresas que queramos ver









sábado, 6 de diciembre de 2014

Poniendo en marcha un Sistema de Reporting (II)

(Pulsa aquí para ver la primera parte de este artículo)

En la entrada anterior situábamos los objetivos a los que debe dar respuesta un Sistema de Reporting (definidos como los diferentes "pasos" a abordar). Esta parte se complementa con un plan de trabajo concreto que busque dar cumplimiento a cada uno de esos pasos.
El desarrollo de trabajo combinará, para cada fase, entrevistas presenciales con los responsables  y usuarios, análisis de datos, estudio de informes actuales, sesiones de trabajo con las herramientas en uso en la empresa, etc.

Fase I: Definición y Organización del Sistema de Información



Su objetivo es determinar el marco general de los Sistemas de Información en el área implicada. Para ello es preciso describir el sobre la que se trabaja y sus diferentes interrelaciones con el resto de departamentos de la empresa, así como las diferentes necesidades de información que surgen

También se configura el “catálogo de usuarios” entendido aquellos grupos que precisan información y sean homogéneos en cuanto a 
-       Necesidades de información
-       Nivel de acceso a información sensible 
-       Responsabilidad sobre la misma
-       Nivel de profundidad de la información (más global en capas estratégicas, más detalle en capas tácticas)
-       Etc.

Del catálogo de usuarios establecidos de podrá obtener la “pirámide de informes”

Un último punto será la determinación, para cada usuario, de sus conocimientos y habilidades respecto a la información y forma de extraerla e interpretarla por su fuera necesario realizar acciones formativas con ellos (todos o parte) sobre estos puntos

Fase II: Análisis de Antecedentes

En esta fase se recopilará y analizarán todos los antecedentes generales que puedan afectar a los Sistemas de Información, así como los resultados de los mismos. Para ello se estudiarán los criterios generales de información, reporting existentes…. También se entrevistará a las personas de la organización que puedan aportar información adicional sobre antecedentes que deban ser recogidos en el Modelo de Sistemas de Información, al margen de la documentación disponible

A partir de los antecedentes recopilados, la valoración y conclusiones se recogerán en un catálogo de requisitos. La realización de esta valoración ayudará a establecer estándares, procedimientos, normativas, etc

Fase III: Identificación de requisitos

El objetivo de esta fase es la especificación de los requisitos del área, así como obtener un modelo de información que lo complemente. Es aquí donde se define el “modelo de negocio”: aquellas características que configuran la propuesta de valor con la que la empresa se dirige al mercado y como han de ser percibidas por el mismo. Para ello se analiza con usuarios expertos cada proceso tal y como debería ser (y no como es en la actualidad por si estuviera influido por los sistemas de información existentes).

Un punto esencial es la existencia de objetivos, dimanados del modelo de negocio y a cuya consecución se orienta el área analizada. Precisamente, el Sistema de Información debe permitir medir, en cada momento, la situación de la organización versus dichos objetivos

Estos procesos tienen su plasmación informática en diferentes entidades de negocio y relaciones creadas entre ellas, siendo necesario el estudio de las mismas y su correcta configuración

De igual modo, y partiendo del modelo de negocio y los objetivos, se definirán los Indicadores de Negocio, entendiendo por tales los que son más acertados para transmitir de manera rápida y sencilla si el desempeño de la organización se ajusta a los objetivos establecidos y que tengan capacidad de predicción del futuro

Así mismo, se identifican los requisitos de información y se elabora un modelo  que identifique las distintas entidades implicadas en el proceso así como sus relaciones entre ellas

Finalmente, un aspecto clave es la determinación de un diccionario común, transversal a toda la organización, que asegure que todas las personas afectadas, directa o indirectamente por el Sistema de Información, hablan el mismo lenguaje. A partir de este “lenguaje” será posible presentar posteriormente información que sea entendida de manera homogénea por todos los usuarios:
"Uno de los principales problemas en el análisis de informes es que las personas que no analizan entiendan, por un concepto, coas distintas, convirtiendo el proceso de revisión en una Torre de Babel sin sentido, incapaz de aportar respuestas comunes a qué está ocurriendo y que acciones debemos tomar para corregirlo"

Fase IV: Modelo de Información Ideal

Esta fase constituye una conclusión de las tres anteriores: a partir de los modelos aflorados en el análisis previo y las necesidades de información detectadas, así como el catálogo de usuarios consensuado, se está en condiciones de definir cuál es la estructura de Información ideal

Aquí se determinará el modelo de reporting (tanto estático como dinámico) para cada nivel de organización, usuarios que lo recibirán, periodicidad en la extracción del mismo, fecha de publicación, departamento responsable de obtenerlo, etc.

En esta fase es muy importante la definición de la “capa de presentación” a fin de  que cada usuario reciba la información que precisa `para su trabajo y análisis, sin que falte pero tampoco sin que reciba más de la necesaria lo que contribuiría a la “confusión” y pérdidas innecesarias de tiempo. Se respetará el principio de información piramidal: más concreta y resumida a mayor nivel de responsabilidad y más desagregada y con mayor detalle en los niveles de responsabilidad inferiores y más tácticos

Fase V: Estudio de los Sistemas de Información Actuales 

El objetivo de esta fase es obtener una valoración de la situación actual y su adecuación o no al modelo de información ideal. La adecuación no ha de ser solo la existente en el momento, sino potencial, es decir aunque actualmente no lo haga ¿podrá el sistema actual cumplir con los requisitos levantados?

Para ello, en primer lugar será necesario identificar las fuentes de información actuales (CRM, ERP, ACD, Excel, bases de datos externas…), para posteriormente evaluarlos y finalmente valorarlos